12.11.05

Killing is my business

No sólo es el título de un disco, hoy daremos un repaso a algunos de los mercenarios que pululan por el Inframundo. Que el título no os confunda: no todos son asesinos, algunos tienen otras especializaciones. Espero que tras este artículo pongáis en vuestras agendas de agentes "temporales" a gente distinta de Nueve Cortes o la Ninja Blanca. Entre otras cosas, porque sus precios están muy por encima del que es capaz de pagar el ciudadano medio del Inframundo.

"El Terror": Este individo me pone los pelos de punta, y también a una gran parte del Inframundo. Se ofrece como asesino, y la verdad es que hay que tener estómago para contratarle. Viste traje (quizá para parecerse a quien ya sabemos), no emplea armas de fuego, y apenas emplea armas cuerpo a cuerpo. Sin embargo no es conocido por nada de eso. Veréis, es famoso por algo referente a su dieta. ¿Cómo decirlo de manera suave? Nah, al carajo, el tio es caníbal. Según sus propias palabras, para infundir miedo en sus víctimas, yo creo que está completamente zumbado. Sin embargo, es de los más discretos a la hora de realizar su trabajo, si se le paga lo suficientemente bien. Tendrás a tu objetivo bien muerto, y posiblemente, parcialmente digerido.

"Huesos": Aquí tenemos un mago de alquiler. Dice proceder de los noventa, lo que concuerda con las ropas que viste: vaqueros raídos, abrigo largo sin mangas, pelo sucio, barba descuidada, todo eso. No es un mal tipo una vez le conoces, su problema es que está obsesionado con la magia, concretamente con los huesos. No estoy hablando de canibalismo como el pirado de antes, esto es otra cosa. Este tipo tiene una especie de herramienta mística a la que llama "ábaco de huesos". Pero para usar un ábaco de huesos hacen falta huesos. Aquí es donde entra el pago. Huesos no acepta dinero, trabaja como mago de alquiler a cambio de libros, artefactos mágicos, o el derecho a quedarse huesos de las criaturas sobrenaturales que caigan durante el trabajo. Es un tipo capaz, quizá no tenga un poder abrumador, pero se nota que conoce el oficio. Sabe un buen puñado de trucos y, si tienes la clase de material que busca, no es difícil de contratar.

"El Informador": Ése no es su nombre exacto, pero bueno. Si tienes una manera de llamarle, es que eres su cliente. Es alguien reciente en la Guerra Secreta, pero parece que ha aprendido bien. El trato es simple, información por información. El te da la información que le pides a cambio de información. Tengo que reconocer que soy cliente suyo, su información es siempre de primera mano y de primera calidad, pero el precio es bastante alto. A mí me gustaría saber de dónde saca tanta información, y si trafica con la información que recibe como pago. Supongo que tendré que preguntárselo la próxima vez que le vea. Siempre que el precio sea aceptable, claro.

Hugo "El Diez Cruces": Bueno, divirtámonos un rato. Puede que casi ninguno de vosotros sepa quién es el Diez Cruces, así que haré una breve introducción. Un tipo que a causa de una mujer (según él) llegó por casualidad a la guerra secreta. Se le llama el Diez Cruces a raíz de un jocoso comentario que hizo en los Salones del Genocidio. Bueno, jocoso para todos nosotros, para él era una "profunda definición de su alma". Este tipo ha estado todo este tiempo pululando por el Inframundo, con mayor o menor fortuna. Hasta el día de hoy sólo se le conocía una misión exitosa, siendo todo lo demás meteduras de pata. Parece que alguien tuvo el estómago (o la falta de neuronas) de contratarle, y que todo el chi del mundo nos asista, ha tenido éxito. Así que le tendremos otra vez presumiendo en los bares del Inframundo. Y en cuanto se pase con la bebida (esto es, a la segunda cerveza) se pondrá otra vez a lloriquear sobre lo mucho que sufre, y lo mala que es la mujer ésa. Yo mismo lo afirmo, esa mujer es el mismísimo infierno: por haber metido al Diez Cruces en la Guerra Secreta sin consultarnos antes. Eso es crueldad, y no lo del Loto.

"La rata gris": Comenzó a ser llamada así por las víctimas de sus actuaciones, tipos a los que no les hacía mucha gracia haber sido robados y/o engañados por la más famosa ladrona y estafadora del Inframundo. Daría una descripción, pero cambia de aspecto con la misma facilidad con la que cambia de ropa. Si quieres contratarla, sólo tienes que dejar un mensaje para ella en el hotel Escher, y ya se encargará ella de encontrarte. Tiene muchos escrúpulos sobre los contratos que acepta, así que no esperes que trabaje para gente como los Arquitectos. Ella es algo así como Robin Hood, pero sin la parte de repartir a los pobres. Sólo acepta misiones de robo y engaño (hacerse pasar por alguien, estafa, falsificaciones, cosas así), y pide un pago inicial y una parte de lo robado. Dicen que es profesional, pero que una vez que el contrato termina nada le impide timarte. Así que andaos con cuidado. Y no, parece que no le importa mucho el mote que le han puesto.

En fin, hay muchos más, pero tendrán que esperar a otra entrada.

Tened cuidado ahí fuera.

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